Otra pieza de Daniel que es facilmente reconocible como salida de su taller, pero que a la vez sorprende, a quien conoce su obra y a los que las ven por primera vez, como un soplo de aire fresco que renueva siempre lo que estamos preparados para percibir como una pipa de autor.
Liviana tanto en peso como en terminaciones, es una pipa que a la que cada vez que se recorre con la vista o la mano se le encuentra un nuevo secreto o detalle: recorrida de extremo a extremo por asimetrías balanceadas y terminada en una combinación totalmente irregular de arenado y rusticado es una fuente permanente de asombro y un festival táctil y visual.
La boquilla merece un párrafo dedicado: ejecutada con la habitual precisón y buen gusto de Daniel, esta vez está hecha en una edición especial de lucita que se produjo sólo para el Chicago Pipe Show 2017.
Masculina, sobria, elegante, y muy deseable.
 
JMV