Ya muchas veces escribí que los bulldogs son my shape de cabecera y que, en casi cualquier versión, le roban algo de imparcialidad a mis reseñas. En mi opinión, este venerado shape de origen anglo-francés, es la encarnación de la elegancia, la sofisticación, y el ritmo de tiempos pasados y de códigos y secretos olvidados.
En sus apenas más de 20 gramos, este "Scottie Dog" me enfrenta con algo inesperado e inusual  que refuerza mi visión algo romántica, y bastante nostálgica, de este shape que tiene tantos seguidores y admiradores.
Es de una elegancia sublime y el equilibrio en sus formas es casi irreal. El contraste del micro-arenado en la caña y en la mitad inferior de la cazoleta con el impecable pulido y lustrado en su mitad superior le da un aire de antigua contemporaneidad que deja sin aliento y hace pensar en largos viajes y oscuras novelas policiales. Y el remate en la boquilla Cumberland no hace más que profundizar esta sensación de cálida nostalgia que me produce esta pipa.
Gracias Scottie.
 
JMV